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jueves, 7 de mayo de 2015

Reto de Lectura 2015 - Un libro basado en una historia verídica: Un burka por amor, de Reyes Monforte



Antes de empezar esta reseña necesito aclarar una cosa respecto a mi forma de leer novelas. Como comentaba el otro día con mis amigos, yo antes era de las que, una vez empezado un libro, se sienten en la obligación de acabarlo. Ahora no pienso así. Me estoy empezando a dar cuenta de que la vida es demasiado corta para leer libros que no despiertan mi interés, cuando hay tantas maravillas literarias en las que podría invertir mejor mi tiempo. Aun así, he decidido saltarme esta filosofía a la hora de enfocar este reto de lectura: primero, porque en un año no hay tanto tiempo como para empezar varios libros en cada categoría hasta dar con el que te convence; y segundo, porque la gracia de este reto es en gran parte arriesgarse y leer cosas que uno no leería normalmente.

Digo todo esto como introducción porque tengo que admitir que, si no estuviera intentando cumplir con este reto, me temo que Un burka por amor habría sido uno de esos libros que habría dejado de leer antes de llegar a las cien páginas. Es más, si me apuras, creo que lo habría dejado después del primer capítulo.

Lo cual es una pena, porque esta debería ser una historia de las que conquistan al lector. El caso real que narra este libro, sobre una española que viaja a Afganistán por amor a su marido y queda atrapada allí durante años, no es algo que se escuche todos los días. Se trata de un testimonio impactante que podría, no solo conmover y emocionar al lector, sino también ayudarle a ver otra realidad, concienciarle y despertar su interés por lo que ocurre en diferentes culturas, y lo que pasa cuando chocan dos mundos tan diferentes.

El problema es que una historia verídica, y sobre todo una tan asombrosa como esta, no es algo que cualquiera pueda escribir. En este caso se trata de la primera novela de la autora, y eso es algo que se nota muchísimo. Es una narración fría, repetitiva, que insiste mucho en lo obvio y habla por encima de lo realmente importante, con un uso del lenguaje que no está a la altura de algo que se va a publicar. Algunos ejemplos de esta escritura chirriante:

Sus padres, sus hermanos, hermanas y demás familia sabían que María procedía de España, pero nunca imaginaron que una mujer española lucía de aquella manera, sencillamente se la imaginaban más similar a ellas y su hijo no les había explicado que se había casado con una mujer de origen español.

(Que alguien me analice este párrafo, por favor. ¿En qué quedamos? ¿Sabían que era española o no lo sabían?).

Por eso decidió dejar su empleo y aceptar otro que le permitiera moverse con más facilidad. Y lo encontró al lado de casa. En el bar “M y M”, una cafetería humilde, con menú diario de ocho euros, sin grandes pretensiones pero con clientela fija y fiel, de las que hablan y escuchan cuando tocaba hacerlo.

(No sé qué se supone que debe hacer el lector con esta información, salvo asumir que la autora cobra comisión de la cafetería M y M por hacerles publicidad en su libro).

También adivinó las direcciones de algunos organismos nacionales.

(… ¿cómo “adivinas” la dirección de un sitio?).

“-¿Sabes qué, Nasrad? No sé nada de tu país. No sé en qué parte del mundo está, ni de qué vive, ni qué coméis, cantáis o bailáis en vuestras fiestas. Pero no me importa. No me importa nada. De hecho, me gusta. Porque tú me gustas mucho. Y no necesito saber más”.

(Este pequeño párrafo aparece en la primera página. Es lo primero que le dice la protagonista al que se convertirá en su marido, y espero que os haya parecido profundo y conmovedor, porque ese es todo el desarrollo que va a tener esta relación alrededor de la cual gira toda la historia).

Y esto último que he señalado es realmente el mayor problema del libro. Es imposible empatizar con la protagonista, porque lo que se supone que es el centro de sus sentimientos y decisiones, que es la relación con su marido, se cuenta de una forma totalmente superficial. Nos dicen que su amor es algo de otro mundo, que son los nuevos Romeo y Julieta (esta comparación es del libro, no mía), que nadie ha visto nada igual, que se aman, se aman, se aman… nos lo dicen una y otra vez, pero no nos lo muestran. Entiendo que estoy hablando de personas reales y no de personajes ficticios, que a lo mejor ahondar en ese tema era irse a un terreno demasiado personal. Pero si me vas a contar la historia de una mujer que está dispuesta a convertirse al islam, a vivir en Afganistán durante tanto tiempo en medio de una guerra, a criar a sus hijos en ese país, a enfrentar el rechazo de una parte de su familia política, y a llevar un burka, todo por amor a un hombre… entonces esa relación tiene que ser el corazón del relato, no la excusa para hablar de un tema de actualidad. El resultado, tal como yo lo veo, es que el libro no les hace ningún favor a las personas que vivieron esta experiencia. Aunque con buena intención, supongo, la autora deja a la protagonista como una mujer caprichosa, egoísta e ignorante a la que el lector, en definitiva, no entiende. Y eso es algo que un buen biógrafo debería evitar a toda costa.

Conclusión: ¿lo recomiendo? Pues… Si eres como yo, con leer la primera página ya sabrás a lo que te enfrentas y podrás decidir por ti mismo. Desde luego, si lo que buscas es una historia verídica impactante y contada de forma más humana y emotiva, te recomiendo muchísimo antes otras opciones como Maus, de Art Spiegelman, o La niña de la jungla, de Sabine Kuegler. Si lo que quieres es un libro que abra tus ojos a la realidad de la cultura afgana, léete antes cualquiera de las tres maravillosas novelas de Khaled Hosseini. Y si lo que quieres es informarte sobre esta historia en concreto… bueno, en ese caso puedes darle una oportunidad al libro de Reyes Monforte, pero no esperes mucho más que eso: información. Por mi parte creo que esta historia se merecía algo mucho mejor, la verdad.

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